jueves, 21 de julio de 2011
Project Management - Gestión de proyectos
En los últimos años es habitual que algunos Project Managers posean la titulación oficial PMP (Project Management Professional) o que las empresas la soliciten para algunos empleos. El PMP es una prueba de que el titular tiene la experiencia, formación y cualidades necesarias para dirigir y gestionar proyectos. Hay unos requisitos exigidos para presentarse al examen que hay que superar: formación académica, años de experiencia dirigiendo proyectos y 35 horas de formación en Project Management. Conseguido el título hay que revalidarlo/mantenerlo en los 3 años siguientes. Toda la información y las variantes de certificación pueden encontrarse en el website del Project Management Institute.
La certificación PMP sirve, como decía, para demostrar que uno posee esos conocimientos y cualidades. He leído mucha documentación al respecto, y el PMP ofrece un gran método efectivo y completo para que todo Project Manager resulte exitoso en su tarea. En resumen el método que se estudia en el PMP ofrece estas ventajas:
- Planificación, presupuesto y documentación detallada del proyecto de principio a fin.
- Consensuar el proyecto y las posibles variaciones entre todos los implicados.
- Asignar roles específicos a cada persona involucrada.
- Ajustar la duración del proyecto a la previsión original.
- Controlar el presupuesto del proyecto para no incurrir en incremento del gasto.
- Asignar los recursos del proyecto de manera eficiente.
- Solventar problemas y dificultades que puedan surgir.
- Comunicar situación del proyecto a todas las partes implicadas y a todos los niveles.
El PMP puede ser una titulación útil si nuestra carrera va dirigida a la gestión de proyectos. Si como es mi caso, la gestión de proyectos no es el 100% de tus tareas habituales, es interesante comprender más ampliamente esta metodología. Uno de los inconvenientes del PMP es la rigidez del mismo. Por ejemplo, se necesitan aprobaciones que a veces en el caso de grandes corporaciones y altos ejecutivos pueden significar largas esperas para conseguir el formalismo de la firma, aún teniendo el consentimiento expreso para continuar, pudiendo generarse demoras innecesarias. Y otro, podría ser la detallada documentación. A veces en proyectos pequeños podemos encontrar farragosos documentos detallando cada paso, cada proceso, cada etapa, cada rol de cada miembro del equipo. En definitiva, mucha burocracia para proyectos que se liquidan en 15 días y no involucran mucho tiempo, ni muchos recursos, ni muchos costes.
Cada maestrillo tiene su librillo y con la experiencia documentaba a mi manera el proyecto, ya sea con una hoja en Excel o con Microsoft Project. Pero la práctica me ha hecho adoptar lo mejor del PMP y adaptarlo a mis necesidades, las del proyecto y las de la compañía. Después de la documentación viene la estimación de horas, proyección en el calendario real, cálculos de coste del proyecto, recursos necesarios, etc. Cuando tengo mi documento listo, marco en el calendario los deadlines necesarios para el éxito del proyecto, que personas se involucran en cada fase, seguimiento, test, publicaciones, entregas etc... Creo que llego a realizar un equilibrio muy realista ente la tarea de project management, planificación y documentación, como la de ejecución. He de decir que la experiencia, las dificultades, el aprendizaje y mis pocos conocimientos de PMP me han hecho madurar mi método, adaptándome a cada situación, así como la ejecución y gestión, superando las dificultades, mejorando mi efectividad y el éxito conseguido en cada proyecto.
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